miércoles, 7 de junio de 2017

Jesuitas en Venezuela


La congregación de los jesuitas en Venezuela fijan su posición respecto a los hechos que se han venido suscitando en Venezuela.

Actualizado el 06 de junio de 2017 03:37 AM

El Párroco Rafael Garrido, Provincial de la Compañía de Jesús, en nombre de los jesuitas de Venezuela, emitió un comunicado,  a continuación el comunicado íntegro emitido por la congregación de jesuitas en Venezuela:

Junto con la inmensa mayoría de los venezolanos, nosotros religiosos de la Compañía de Jesús en Venezuela estamos horrorizados con la realidad de miseria, persecución, exilio y muerte que estamos viviendo. Ante Jesús crucificado y el pueblo crucificado nos preguntamos ¿qué hemos hecho y hacemos por Venezuela y qué debemos hacer para que los venezolanos cuanto antes superemos esta situación y emprendamos el camino de vida para todos?

Agradecemos a nuestros obispos que, unidos a la Santa Sede,  han levantado, con claridad y valentía, su voz de venezolanos seguidores de Jesús y de pastores exigiendo  un rápido y profundo cambio de esta realidad de muerte causada por el empeño en imponer un proyecto totalitario que ha fracasado en todas partes.

El Papa Francisco y la Santa Sede nos dicen: “Mientras me uno al dolor de los familiares de las víctimas, para quienes aseguro oraciones de sufragio, dirijo un apremiante llamamiento al gobierno y a todos los componentes de la sociedad venezolana para que se evite cualquier ulterior forma de violencia, sean respetados los derechos humanos y se busquen soluciones negociadas  a la grave crisis  humanitaria, social, política y económica que está agotando a la población”.  Nuestros obispos subrayan que no saldremos de la ruptura democrática mientras no sean respetadas la Constitución y los derechos humanos, se mantenga anulada a la Asamblea Nacional electa, sigan y se incrementen el número de presos, exiliados y perseguidos políticos, y no se realicen elecciones libres para que el pueblo soberano elija sus representantes en todos los niveles e instancias, como lo exige la Constitución.

La Iglesia, interpretando  el clamor del pueblo, exige la inmediata apertura de la ayuda humanitaria internacional en medicinas y alimentos y la pronta apertura  a todas las iniciativas  para la activación de una economía productiva  con libre iniciativa  comprometida con el bien común y una Fuerza Armada no partidista que respete y defienda la Constitución.

Nosotros los jesuitas en esta dramática hora nos sentimos llamados a acompañar a la gente y a sacar lo mejor de lo que hemos recibido de Jesús de Nazaret y su Iglesia: poner a los pobres de Venezuela en el centro de nuestras vidas y trabajo y aportar el espíritu del Evangelio para discernir los caminos de vida con el fin de lograr la necesaria reconciliación de todos los venezolanos.

Sólo el amor construye; el odio mata, divide y destruye. Pedimos a los venezolanos de diversos sectores, mirar al rostro dolorido de quienes consideran estar más lejos y en nombre de Jesús abrazarlos para juntos rescatar la democracia y la pacífica construcción del bien común. No seremos capaces de producir la nueva Venezuela unida, honesta y productiva mientras no estemos convencidos de que los pobres  deben estar en el centro de la nueva Venezuela democrática como sujetos activos de la política y de la economía.

 El eje central de la Venezuela productiva  ha de ser la oportunidad de trabajo digno para todos en la producción exitosa en nuestras fábricas, campos abandonados y centros de servicios.

Prolongar la actual dramática situación con jóvenes sin esperanza, exiliados y perseguidos, resulta criminal. El tiempo urge y debemos buscar sin demora la transición a una Venezuela reconciliada e inclusiva. Cada día que se demora aumenta la muerte y la miseria, el éxodo y la desesperanza. Con gran dolor, lamentamos el asesinato de jóvenes durante los últimos meses.

La Compañía de Jesús tiene una presencia educativa variada en universidades, colegios, centros educativos populares de Fe y Alegría… Desde ahí queremos levantar un grito de alarma y de esperanza: se está ahogando la buena educación y con ello el futuro de los niños y jóvenes, tanto en la formación de personas en sus competencias profesionales, como en su formación en valores cimentados en el amor y la solidaridad. Faltan educadoras y educadores, se está matando su tan necesaria vocación y se ahogan las instituciones educativas.

Nada es más urgente e imprescindible que la renovación de toda la educación con una amplia invitación a que la sociedad entera sienta y desarrolle su responsabilidad educativa,  junto con su estado democrático.

Necesitamos que florezcan múltiples iniciativas apoyadas por el presupuesto público y por las empresas productivas con colaboración activa de las familias en su mantenimiento y desarrollo integral. Con una pobre educación para los pobres Venezuela no tiene futuro. Lamentablemente la educación en todos los sectores y niveles vive en una gran crisis.

Los jesuitas trabajamos junto con decenas de miles de personas, animados por la vida, vocación y trabajo “a mayor gloria de Dios”. Jesús nos enseña que  la mayor gloria de Dios es que vivan dignamente los hombres y mujeres y que esa nueva vida no es posible construirla con el odio y la muerte. Agradecemos su generoso trabajo en condiciones difíciles y con recursos económicos precarios.

En esta hora los venezolanos no claman por el cambio de la Constitución, sino por su cumplimiento.  Como muy bien han dicho los obispos, ahora una Asamblea Constituyente es innecesaria y contraproducente: “Lo que necesita  y reclama  el pueblo, en primer lugar, es comida, medicinas, seguridad, paz y elecciones justas”.

Nuestro seguimiento de Jesús en esta hora trágica nos llama a que el lema ignaciano “en todo amar y servir” se centre en la pronta superación de esta agonía y en la renovación espiritual empeñada en la reconciliación y encuentro como constructores de la nueva Venezuela de esperanza y vida.

Pedimos al Espíritu Santo que nos confirme en la construcción de un país con posibilidad de vida digna para todos.

P. Rafael Garrido, S.J.

Provincial de la Compañía de Jesús en Venezuela




sábado, 27 de mayo de 2017

La vila no vale nada en Venezuela.

En Venezuela: No vale nada la vida.

                la vida no vale nada 

          comienza siempre llorando 

             y así llorando se acaba    

   por eso es que en este mundo     

            la vida no vale nada


"Una descripción de la muerte tendría que contener que es Muda, sorda, ciega y no negocia con nadie, lo que debe ser sera.
A su paso deja dolor y muchas veces enseña a apreciar mejor la vida.
La muerte es algo que no se debe temer, pues es un suceso seguro. Como diría un matemático: es un suceso con probabilidad 1, esto es un evento que se cumplirá absolutamente. 
lo único que no sabemos es cuando vendrá por nosotros, este seria nuestra variable aleatoria: se sabe que será, pero no cuando será."

En los hospitales venezolanos hay una escasez de insumos médicos, que pareciese que es la antesala del cementerio.

Tenemos un gobierno que es miserable para con sus conciudadanos, mentirosos, coruptos y sin sentimientos.

Es hora de un cambio, pues de lo contrario sabemos ya nuestro destino, la muerte.

Mortalidad infantil en Venezuela subió 30,1%

La mortalidad infantil y materna en Venezuela subió. Las cifras son preocupantes. En el boletín epidemiológico 52 de 2016, publicado por el Ministerio de Salud, se muestran los números de estas dos variables de la salud venezolana. En el país, el año pasado fallecieron 11.466 menores de un año representando un incremento de 30,12% en relación al número de 2015 que alcanzó 8.812.
 y la maternal 65,79%

El número de fallecimientos de mujeres embarazadas creció 65,79% en 2016, pues murieron 756, cifra superior a la de 2015, cuando se registraron 456 muertes.


"El pronóstico médico de 2017 no es alentador. El sistema de salud venezolano es un gran barco baleado que hace aguas a un ritmo tan acelerado como inevitable, y 2016 no dejó cerca ni siquiera un tapón. El año pasado terminó con los peores indicadores sanitarios de los últimos tiempos que ubican a Venezuela en posiciones vergonzosas al compararse con otros países latinoamericanos. Los datos demuestran que el sistema no está dando los resultados que los ciudadanos requieren y el costo se está pagando con vidas."

Venezuela en guerra: Vea el caos en el país que gobierna Nicolás Maduro

El engaño de la revolución en Venezuela

A que Podemos LLamar Revolución en Venezuela


Tenemos los papeles invertidos en Venezuela, tenemos un Gobierno que dejo de ser Revolucionario y de ser Gobierno democrático hace ya un buen tiempo.

Tenemos un Gobierno que se llama de Inclusión y revolucionario, cuando en realidad es excluyente y opresor, es reaccionario, mentiroso. Es un Desgobierno farsante, que quiere engañar al pueblo sin darse cuenta que quienes se engañan son ellos.

Los Opresores se hacen llamar libertarios, los reaccionarios se hacen llamar Revolucionarios.

El Régimen de Venezuela, pues perdió su legitimidad, es un grupo minoritario que mantiene el poder aferrado por el apoyo de un grupo de militares corruptos que gobiernan ellos y a maduro lo usan como pantalla para pasar desapercibidos.

Simón Bolívar dijo que los militares que usasen sus armas contra su pueblo eran malditos, no lo digo yo lo dijo Simón Bolívar, serán capaces de decir que Bolívar es también un traidor.

Como ellos se consideran Incluyentes a todo el que opine contrario a ellos lo clasifican de cachorro del imperio, de mercenario, etc.. COMO TU ERES JUZGARAS A LOS DEMÁS.

Vasta ya de muertos y represiones brutales, se esta creando un profundo odio en contra de Guardias, Policias y chavistas, por culpa de las atrocidades del Dictador Pantalla Nicolás Maduro Moros, que no parece que fuese Venezolano.


Buena broma nos echastes, Chaves, el dia que pedistes que votasen por este estafador, que supongo te engaño a ti tambien, si no fue así tu nos engañastes.

Sea cual sea el caso El se encargo de eliminar el Chavismo.