viernes, 19 de agosto de 2011

Dios, ¿que importa si todas las cosas terrenales se arruinan?»

     Jesús ilustró la profunda seguridad del mortal conocedor de Dios cuando dijo: «Para un creyente del reino quien conoce a Dios, ¿que importa si todas las cosas terrenales se arruinan?» Las seguridades temporales son vulnerables, pero las certezas espirituales son invulnerables. Cuando las mareas de la adversidad humana, el egoísmo, la crueldad, el odio, la maldad y los celos golpean el alma mortal, podéis descansar con la seguridad de que existe un bastión interior, la ciudadela del espíritu, que es absolutamente inatacable; es verdad en cada ser humano que ha encomendado su alma al espíritu residente del Dios eterno.

http://www.religionpersonal.com/desaespiritual.html


“El hombre no puede desencadenar el crecimiento, pero sí puede proveer las condiciones favorables. El crecimiento es siempre inconsciente, sea éste físico, intelectual o espiritual. El amor así crece; no puede ser creado, manufacturado ni comprado; debe crecer. La evolución es una técnica cósmica de crecimiento. El crecimiento social no puede asegurarse mediante la legislación, y el crecimiento moral no se obtiene por una administración mejorada. El hombre puede fabricar una máquina, pero su verdadero valor debe derivarse de la cultura humana y de la apreciación personal. La única contribución del hombre al crecimiento es la movilización de los poderes totales de su personalidad —la fe viviente.”

http://amistadespiritual.blogspot.com/

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