sábado, 19 de mayo de 2012

El hombre puede hacer y deshacer sus condiciones externas mediante sus pensamientos espirituales. Para el que lleva a Dios en sus pensamientos y acciones, sólo para él, Dios es una Realidad viviente. La meditación simplifica nuestra vida externa y energiza nuestra  vida  interna. La meditación nos da una vida natural y espontánea. Esta vida llega a ser tan natural y espontánea que no podemos respirar sin tener conciencia de nuestra divinidad. La vida aparece como un aprendizaje continuo, es la práctica continuada del cambio y la adaptación. Porque desde el momento en que naces empiezas a crecer, y ya no hay quien lo pare.

No hay comentarios:

Publicar un comentario